Las naciones de la Cuenca del Pacífico firmaron un nuevo pacto comercial. El año pasado, la administración Trump se retiró de la Asociación Trans-Pacífico, originalmente formada como un contrapeso regional para China y sus fuertes barreras comerciales.

Ayer, los 11 miembros restantes promulgaron un nuevo acuerdo de libre comercio, llamado Asociación Transpacífico Integral y Progresista (CPTPP), que recorta los aranceles entre los miembros (incluidos los aliados de Estados Unidos Japón, Australia y Canadá) y abre más mercados al libre comercio agrícola. productos y servicios digitales.

os once países de la cuenca del Pacífico que firmaron ayer en Chile el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico esperan que este pacto multilateral entre en vigor a fines de 2018.

El CPTPP, por sus siglas en inglés, uno de los mayores acuerdos comerciales con 498 millones de personas y un 13 % de la economía global, fue ratificado ayer jueves por los ministros de Brunei, Australia, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

«Es un tratado ambicioso, moderno y con visión de futuro, y que con creatividad incorpora las nuevas temáticas del comercio internacional que exigen que los beneficios de la globalización alcancen a todos», manifestó Bachelet, quien encabezó la ceremonia realizada en Santiago.

La mandataria chilena subrayó que este acuerdo conocido también como TPP11 es un pacto integral y progresista «como debe ser la agenda comercial del siglo XXI», y constituye un mensaje claro de que los países que lo rubricaron respaldan «los mercados abiertos y la revalorización del comercio».

Por su parte, el canciller Heraldo Muñoz congratuló a las autoridades presentes «que quisieron abordar el desafío del libre comercio y la globalización», y añadió que con este convenio se reafirma el rechazo al proteccionismo y la voluntad de abogar «por el flujo libre de inversiones, productos y servicios».

Muñoz aseguró que el TPP11 representa actualmente casi el 50 % del comercio internacional, y destacó los beneficios que traerá para sus miembros la apertura de puertas, disminución de barreras comerciales y la introducción de nuevos gobiernos interesados en formar parte de esta alianza.

En esta línea, el jefe de la diplomacia chilena enfatizó que el TPP11 «estará abierto para quien acepte sus condiciones», en alusión a la incorporación de países como Colombia, China o incluso Estados Unidos, en caso de que «cambie de parecer», dijo.

El convenio es el fruto de las negociaciones que durante un año tuvieron las once naciones adherentes, después de la retirada de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) original, firmado en febrero de 2016.

El nuevo tratado conserva la esencia del TPP original, pero fueron suspendidos una veintena de puntos para resguardar los balances entre los países firmantes.

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, remarcó que «en la sociedad mexicana el libre comercio tiene un respaldo mayoritario», ya que «los ciudadanos están conectados a las ganancias de la integración global».

‘Devastador’

El Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como CPTPP o TPP-11, provocará una pérdida de 30% de los empleos de la industria textil de México, aproximadamente 150 mil plazas, además del efecto “devastador” para las ventas en el mercado interno, dice el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), José Cohen. “Casi, casi es la estocada final para la industria. El impacto será devastador”, afirma que un grave problema de este acuerdo es abrirle la puerta a China vía Vietnam, sobre todo porque se firmó una cláusula de escaso abasto en el TPP-11, la cual permitirá que se utilicen insumos chinos y de cualquier país al no haber producción nacional.