Este martes la ciudad de Moscú ordenó las primeras restricciones de salud desde el verano debido al aumento de los casos de covid-19 y cuando la mayoría de los rusos continúan sin vacunarse.
Las autoridades de la capital rusa decretaron que los mayores de 60 años no vacunados permanezcan confinados desde el 25 de octubre hasta el 25 de febrero y que al menos 30% de los empleados trabajen a distancia. A su vez, extendieron la vacunación obligatoria a 80% de los trabajadores de los servicios.
La propagación de la pandemia ha llegado a tal punto que el Kremlin analiza la posibilidad de ordenar una semana feriada a finales de octubre para desacelerar el avance del coronavirus.
Rusia y en particular Moscú, principal foco de covid-19 en el país, se enfrenta desde el verano a una nueva ola de covid-19 potenciada por la variante delta y una campaña de vacunación lenta.