Este miércoles el gobierno ruso instó a los talibanes a cumplir sus compromisos con la comunidad internacional, y señaló que los riesgos «terroristas» procedentes de ese país amenazan a toda la región, una zona de influencia rusa.

Una delegación talibana se encuentra en Moscú en el marco de los primeros diálogos internacionales en Rusia desde su control del poder, en agosto. En las negociaciones también participan una decena de países, China, Irán, Pakistán y países de Asia central entre ellos, pero no Estados Unidos.

El emisario del Kremlin para Afganistán, Zamir Kabulov, pidió a los talibanes que se atengan a sus compromisos en cuanto a respeto de los derechos humanos y de pluralismo político, en vísperas un eventual reconocimiento de la comunidad internacional.

A la delegación afgana se le informó que el reconocimiento «solo llegará si empiezan a responder a la mayoría de las expectativas de la comunidad internacional en materia de derechos humanos y representatividad» del régimen, mencionó Kabulov.

Al comienzo de las discusiones en Moscú, el jefe de la delegación talibán, el vice primer ministro Abdul Salam Hanafi, mencionó que su gobierno «ya era representativo».