Este martes la Unión Europea (UE) y Estados Unidos impulsaron en la COP26 una alianza para reducir esta década un 30% las emisiones de metano, un pacto global contra un potente gas de efecto invernadero tan nocivo como el dióxido de carbono.

A esta alianza se han sumado un centenar de países que, de cumplir la meta, permitiría limitar el aumento de las temperaturas en 0.2 ºC en 2050 y evitar 200,000 muertes prematuras, cientos de miles de ingresos hospitalarios de emergencia por asma y la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas al año, de acuerdo con los promotores de la propuesta.

«Alrededor del 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano, y es uno de los gases que podemos cortar más rápido. Haciéndolo se ralentizará inmediatamente el cambio climático», mencionó en la presentación de la iniciativa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El metano proviene principalmente de los vertederos, del sector ganadero y energético, y es esta última área la que presenta «sin duda más potencial de reducción», indicó Von der Leyen en la conferencia ofrecida en Glasgow.