Este martes Canadá destinó 40,000 millones de dólares canadienses para indemnizar a los niños indígenas que sufrieron discriminación en hogares de acogida, en un reajuste fiscal fruto de una recuperación económica más rápida de lo esperada tras la recesión pandémica.
Los fondos se reservaron para resolver una demanda que concluyó que el gobierno había financiado en menor forma los servicios para niños indígenas frente a los servicios para niños no indígenas.
La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, anunció que la mitad de los fondos se destinaría a compensar a los niños y sus familias y la otra mitad a reformar el sistema.
«Sabemos que pagar nuestra deuda histórica con los pueblos indígenas es primordial y que debemos actuar para garantizar que estas injusticias no vuelvan a ocurrir», afirmó en un discurso.
En 2019, un tribunal ordenó al gobierno pagar 40,000 dólares canadienses por cada niño apartado de su familia y enviado a hogares de acogida por fuera de su comunidad indígena.