El hijo del mandatario brasileño ya es investigado por ese órgano legislativo por «ofensas machistas» contra parlamentarias, por alentar actos contra las instituciones y por declaraciones en contra de las medidas de prevención contra el covid-19.
El nuevo proceso dictaminado este miércoles fue pedido por partidos de oposición y se refiere a la respuesta del diputado a críticas de carácter económico hechas al Gobierno por la periodista Miriam Leitao, del grupo O Globo. «Aún con pena de la cobra», escribió Eduardo Bolsonaro en sus redes sociales, aludiendo a una traumática experiencia de Leitao en la cárcel durante el régimen militar entre 1964 y 1985.
La periodista, con 50 años de experiencia, fue detenida en 1972, en plena dictadura, y narró varias veces que entre las torturas que sufrió, estando embarazada un día fue encerrada desnuda en una habitación en la que solo había una serpiente. «Además de burlarse de un momento de tortura vil», el hijo de Bolsonaro «afrontó directamente los dictámenes constitucionales y democráticos» e «incidió en delitos de tipo penal, como ‘incitación al crimen’ y ‘apología de la tortura'», dice la denuncia presentada por la oposición.
Así como su padre, el diputado Bolsonaro, de ideales ultraderechistas, ya ha puesto a la dictadura militar como «modelo» y ha criticado a las instituciones democráticas, hasta el punto de apoyar a grupos radicales que desde el año pasado exigen «clausurar» la Corte Suprema y el Congreso.