La economía de Afganistán está al límite y la crisis humanitaria se ha intensificado y agudizado a un ritmo sin precedentes en las últimas semanas, advirtió este miércoles Mary-Ellen McGroarty, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), quien solicitó más generosidad a la comunidad internacional.
«Es la primera vez que veo que una crisis como ésta se intensifica y acelera al ritmo y la escala que lo está haciendo», afirmó la experta en ayuda humanitaria por videoconferencia, a periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.
Antes de que los talibanes controlaran el país a mediados de agosto, «ya teníamos una crisis humanitaria de proporciones increíbles», que afectaba a alrededor de 18 millones de personas. «Simplemente está escalando y empeorándose», afirmó.
«Se prevé que esas cifras aumenten y, en particular, en torno a las cuestiones de la alimentación y la malnutrición», puntualizó McGroarty, al mencionar que también existe una «crisis de liquidez en efectivo», lo que hace aún más urgente que la comunidad internacional colabore antes de la llegada del invierno en el país.