Este jueves Reino Unido registró más de 50,000 nuevos casos de COVID-19 por primera vez desde mediados de julio, confirmando el declive de la situación sanitaria que provoca crecientes llamados a reinstaurar restricciones como el uso de mascarillas en interiores.
El país registra una de las más altas tasas de infección del mundo, igualando los niveles de la ola del pasado invierno, que provocó un confinamiento de 4 meses. Las hospitalizaciones y las muertes siguen siendo muy inferiores pero van en aumento.
La cifra de nuevos casos diarios ascendió el jueves a 52,009 y el número de muertos a 115, llevando a 139,146 los fallecidos desde el inicio de la pandemia en un país de 66 millones de habitantes.
El gobierno reconoció el miércoles que pronto se podrían alcanzar 100,000 casos diarios, pero se negó a reimponer algunas de las restricciones suspendidas en julio, y en su lugar insistió en que los jóvenes se vacunen y los mayores de 50 años reciban una tercera dosis de refuerzo.