En 1989, Ehrman trabajaba como corresponsal en Alemania del Este, controlada por los soviéticos, para la Agenzia Nazionale Stampa Associata, una agencia de noticias italiana. Durante una rueda de prensa del gobierno soviético, Ehrman hizo la última pregunta de la noche, la cual sería recordada hasta hoy.
Esta conferencia había sido clasificada como importante por el gobierno comunista. En una entrevista con el periódico La Voz de Galicia, el periodista recuerda que llegó tarde a la conferencia porque no encontraba lugar para estacional, y le tocó sentarse al lado del atril en donde se encontraba Günter Schabowski, vocero del régimen comunista alemán.
Durante la conferencia, Schabowski se dedicó a hablar de todos los aciertos que el régimen comunista había tenido y, también, mencionó los errores que habían cometido. Ehrman decidió preguntarle si no había sido un desacierto haber publicado una reforma de viajes, que el pueblo alemán estaba pidiendo mediante protestas, y que realmente no hacía ningún cambio.
La pregunta tomó por sorpresa a Schabowski porque no le habían explicado a detalle de qué trataba la nueva reforma, y a la vez le molestó ya que nadie se había atrevido a hablarle de esa manera. Años después Schabowski y Ehrman se hicieron amigos y el exvocero le confesó esto, de acuerdo con el periódico español.