Estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) sostuvieron un encuentro con el caricaturista Rubén González, Premio Nacional de Periodismo 1989.

En el Centro de Medios de esta unidad académica, los asistentes disfrutaron, además de una amena charla con el monero, una exposición de caricaturas en madera y algunos cartones originales, como muestra del trabajo que este editorialista –originario de El Pueblito, Corregidora- ha realizado por casi 50 años.

Fue la cuarta vez que Rubén, como es conocido en el mundo del periodismo, se presenta en la UAQ; sin embargo, es la primera ocasión que acude a la FCPS, en donde hizo una retrospectiva de su vida y obra, compartiendo anécdotas y secretos de su labor como caricaturista político.

Dentro de la ronda de preguntas que se le hicieron al dibujante destacaron inquietudes sobre la censura, la forma en que se inspira para realizar sus cartones, el origen de sus personajes, el inicio de su vida como caricaturista y la pertinencia de su trabajo en la actualidad.

Tras dedicarse a las actividades agrarias y haber incursionado en la industria como soldador, Rubén González inició su trayectoria profesional de caricaturista a los 30 años, en el periódico Diario de Querétaro, siendo el exrector de la UAQ, Mtro. José Guadalupe Ramírez Álvarez, director de ese medio de comunicación.

“¿Es usted el que quiere ser dibujante?” recuerda el monero que fue la primera pregunta que le hizo el también fundador de dicho periódico. ”Pues aquí hay de dos: el dibujante publicitario que si se aplica gana mucho dinero, o el caricaturista que no gana mucho dinero pero gana mucho reconocimiento”. Y González, dijo, se inclinó por la segunda opción.

En 1989, Rubén recibió el Premio Nacional de Periodismo por su cartón “Atleta del Año”, que muestra a uno de sus personajes, una mujer enrebozada, que con huaraches y canasta en el brazo persigue a toda carrera a un bolillo que va por los aires.

En El Pueblito, el artista tiene su estudio personal, donde también permanecen expuestos algunos de sus trabajos hechos en papel o en madera, que generalmente hacen crítica social o política.