El lento avance en la renegociación del TLCAN constituye un “factor de incertidumbre” que “nubla las perspectivas” sobre el desempeño de la economía mexicana, advirtió Moody’s. Un proceso más allá de marzo pesa sobre el perfil crediticio de las obligaciones de deuda avaladas por el gobierno mexicano.

A este panorama se añade la renovación de la Presidencia de la República el próximo julio y la actitud del próximo gobierno sobre el pacto comercial con Canadá y Estados Unidos.

Los tiempos ya van justos. Cinco días antes de que se realice en Ciudad de México la séptima ronda de renegociación del acuerdo, Moody’s consideró que retrasar la conclusión del proceso afectará la perspectiva de crecimiento e incluso la calificación sobre la solvencia del país.