El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta un gran déficit de infraestructura médica; en consecuencia, hay una grave crisis de atención a la derechohabiencia, aseguró el nuevo director general, Germán Martínez Cázares, quien expresó preocupación por posibles actos de corrupción en muchas zonas y sitios del instituto.

En sus primeras declaraciones luego de tomar protesta del cargo y encabezar la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, se refirió a la transformación del IMSS-Prospera en IMSS-Bienestar. Esto representa, dijo, el inicio de la universalización del acceso a la salud.

Además, señaló que están a la espera de que a este programa se le asigne parte del presupuesto que tenía el Seguro Popular. Incluso, adelantó que de manera gradual, dicha instancia desaparecerá, pues parte de sus recursos serán transferidos al nuevo IMSS Bienestar.

Ya no se llamará IMSS-Prospera, sino IMSS-bienestar y tendrá cobertura en todo el país. Actualmente no la tiene en Colima, Aguascalientes, Quintana Roo y Tabasco, y ahí esperamos parte de la orientación de los recursos del Seguro Popular, indicó, tras señalar que no sólo es un cambio de nombre, sino de presupuesto y actitud, pues serán preferentes los más pobres y quienes no tienen derechohabiencia.

Fuerte restructura

El funcionario adelantó que a más tardar en un mes sesionará nuevamente el consejo técnico del instituto para presentar una evaluación a fondo de cómo se encuentra éste al inicio de la nueva administración. Con los datos preliminares, reconoció, existe un mayor número de asegurados, pero el IMSS enfrenta grandes y enormes retos futuros.

Por ejemplo, hay gran déficit de infraestructura; no hay toda la necesaria para atender a todos los derechohabientes, faltan doctores, enfermeras, camas, y hay una grave crisis de atención, dijo.

Entrevistado al término de la actividad, a la que también asistieron los secretarios de Salud, Jorge Carlos Alcocer, y de Bienestar, María Luisa Albores, Martínez Cázares anunció que el IMSS realizará una fuerte restructura para cumplir con los mandatos de la nueva ley orgánica de la administración pública, austeridad y rendición de cuentas, además de que será el organismo operativo de la universalización de los servicios de salud en el país.

El nuevo director del instituto también informó que en seis meses habrá resultados en el programa de reconstrucción, el cual está pendiente desde los sismos de 2017; respecto de posibles actos de corrupción, se comprometió a hacerlos públicos en cuanto se vayan identificando y añadió: De antemano sí tengo preocupación en muchos lugares del país, y en muchas sitios del instituto, pero este es mi primer día.

Sobre las pensiones, declaró que aunque le preocupa la sustentabilidad del instituto, en este momento el pago está garantizado.

Antes, en sesión del consejo técnico del instituto, Germán Martínez Cázares rindió protesta como titular luego del nombramiento hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador.