Antonino de Leo, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), advirtió que la corrupción es una plaga insidiosa que tiene un amplio rango de efectos corrosivos en la sociedad.

En un mensaje en su carácter de coordinador residente interino del Sistema de las Naciones Unidas en México dijo que el Foro Económico Mundial estima que el costo de esta problemática es de al menos 2.6 billones de dólares o el cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

“El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres recuerda que la corrupción es un asalto a los valores de las Naciones Unidas: socava el Estado de derecho, roba escuelas, hospitales y otros fondos vitales”, indicó el representante de la organización mundial.

De Leo advirtió que esta problemática social destruye instituciones mientras que los funcionarios se enriquecen o ignoran la criminalidad; priva a las personas de sus derechos y ahuyenta la inversión extranjera además de dañar el medio ambiente. “Fomenta la falta de credibilidad en el gobierno y la gobernabilidad, así como la disfunción política y la desunión social”, alertó sobre la corrupción, que tiene su origen en colapso de las instituciones políticas y sociales. Por este flagelo, dijo, los más pobres y vulnerables son afectados desproporcionadamente, en tanto que la impunidad agravada el problema. La Convención de la ONU contra la corrupción es una herramienta que destacó como la principal para avanzar en el combate de esta costumbre, la cual nació del entendimiento de la comunidad internacional sobre la necesidad de luchar como sociedad persiguiendo como único objetivo el bienestar común e inclusivo. Por ello, resaltó la importancia de una perspectiva preventiva de cooperación interinstitucional en el debate en materia del combate a la corrupción. La Convención insta a las naciones a fortalecer la cooperación interinstitucional e internacional, así como el uso de herramientas de investigación y datos de código abierto para rastrear activos y dinero.