El saldo de víctimas por la explosión de una toma clandestina de combustible en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, ascendió a 66 muertos, confirmó el gobernador estatal Omar Fayad.

En conferencia de prensa la mañana de este sábado en Palacio Nacional, el mandatario estatal añadió que la tragedia dejó 76 personas heridas.

Recordó que este viernes, cerca de las 16:20 horas, Pemex anunció a las autoridades competentes sobre la perforación ilegal de un ducto en dicho lugar.

Al acudir las fuerzas armadas intentaron replegar a las personas en la toma, sin embargo, los pobladores se negaron y continuaron con la ordeña y a las 18:50 horas se reportó la explosión, tras lo cual “la toma estaba ardiendo y las llamas estaban consumiendo todo lo que había alrededor”.

En tanto, durante un mensaje a medios por la noche el secretario de Seguridad Y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño indicó que cuando se vio la toma clandestina, en ese momento no tenía mayor presión ni representaba mayor problema la fuga.

Sin embargo, la presión como empezó a incrementarse y terminó alcanzando algunos metros de altura. Fue en ese momento, que empezó a acercarse la población a tratar de recuperar alguna parte del producto.

“El personal militar era mínimo, estaba realizando tareas de inspección, no tenía ninguna capacidad de contención en virtud de su número y prefirió replegarse para evitar problemas con la población y minutos después de dio la explosión.

En este momento, la prioridad es atender a los heridos, restablecer el área del accidente para poder acceder a la recuperación de los cuerpos en una primera etapa que la Procuraduría de Justicia del Estado haga su parte ministerial y, por supuesto, la Fiscalía de la República haga la suya”, sostuvo.