El caso de Dafne McPherson, quien el miércoles pasado obtuvo su libertad luego de haber sido encarcelada por el presunto homicidio de su hija recién nacida al tener un parto fortuito en el baño de una tienda departamental, sienta un precedente judicial para aquellas mujeres que se encuentran en su misma situación.

Los abogados de la joven expusieron lo anterior y explicaron que la resolución de amparo “derivó en una tesis del Poder Judicial Federal en el cual se establece que pedir que una mujer sepa cómo reaccionar frente a una situación de un parto fortuito es un estereotipo de género y que no puede ser considerado en ningún juicio”.

Tabata Salas, del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, expuso que se estima que aproximadamente 800 mujeres se encuentran en la misma situación que vivió Dafne, quien en un inicio fue acusada por aborto y después por homicidio.

Hugo Pérez Rivera, de la Clínica de Interés Público del ITAM, dijo que el caso de Dafne servirá para que las fiscalías que tengan casos de este tipo “sepan que están actuando de forma incorrecta y que no deben criminalizarlas”.

Añadió que abrieron una queja en la Defensoría Pública del estado de Querétaro en la cual se insistirá para que emita un pronunciamiento en el que, entre otras cosas, se establezcan medidas para la reparación integral del daño.

Asimismo buscarán la responsabilidad patrimonial del estado, en particular de la fiscalía “por haber sostenido una acusación injusta, estereotipada en contra de Dafne a fin de que se le repare el daño moral y patrimonial” de ella y su familia.

Además, valoran la posibilidad de presentar un juicio civil contra la tienda departamental en la cual sucedieron los hechos “por todas las acciones negligentes que derivaron en el fallecimiento de la bebé recién nacida de Dafne y en el injusto encarcelamiento”.

Dafne McPherson narró que los momento más difíciles que vivió en la cárcel fue estar separada de su familia, de su hija de ocho años de edad, es la separación de la familia, entrar al Centro de Reincerción Social y la vida en ese lugar.

Pidió que se reconozca su inocencia y que “en esta segunda oportunidad no se me juzgue por haber estado en la cárcel por algo que no hice”. Dijo que desde un principio sólo tuvo miedo. “No supe reaccionar pero yo no hice nada”, afirmó.

 

Con información de Le Jornada.