Los mexicanos que viven en las ciudades gastan en transporte público, en promedio, 1 peso por cada 5 pesos de su ingreso, el 19 por ciento del gasto de los hogares, mientras que para quienes viven en la periferia de las ciudades el gasto aumenta a 22.4 por ciento, según encontró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Pero también desplazarse en automóvil tiene su costo. De acuerdo con un estudio del instituto, la movilidad en el Valle de México se ha reducido a un tercio de lo que se podía 15 años atrás debido al incremento del parque vehicular y la poca inversión en transporte público.

La zona del Valle de México, Saltillo y Guadalajara se encuentran en el Top de las 20 ciudades estudiadas en el Índice de Movilidad Urbana, que cuentan con un nivel de competitividad adecuado con mayores alternativas de movilidad y un mejor desempeño en la producción y el bienestar social, además de observar salarios altos y tasas de crecimiento 2.3 veces más rápidas.

En los últimos sitios de competitividad estuvieron Villahermosa y Acapulco.

«Ninguna de las 20 ciudades analizadas alcanza los niveles óptimos o de movilidad de alta competitividad, las tres mejores estuvieron en el siguiente nivel», explicó Fátima Masse, especialista del IMCO.

Una movilidad más competitiva refleja una mayor inversión de recursos en infraestructura de movilidad sustentable, así como mejores prácticas en transparencia presupuestal y menores índices de percepción de la corrupción, según expuso en conferencia de prensa.

Hace 15 años en el Valle de México había 3.5 millones de automóviles y el desplazamiento en horas pico era a una velocidad promedio de 21 km por hora.

En 2017, el parque vehicular aumentó a 11.5 millones de unidades y la velocidad se redujo a 6.4 km por hora, equivalente a una disminución en tres veces la movilidad.

Las autoridades locales han privilegiado el uso del automóvil particular. Estimaciones del IMCO señalan que entre 1990 y 2015 el parque vehicular a nivel nacional aumentó a una tasa promedio anual de 5.3 por ciento, mientras que la población lo hizo a un ritmo del 1.5 por ciento.

El estudio encontró que en promedio durante 2015 del total de sus recursos federales para movilidad, las ciudades invirtieron tan solo 2 por ciento en transporte público y 7 por ciento en infraestructura ciclista y peatonal. Además, 15 de las 20 ciudades no registraron inversión en transporte público ese año.

«Se debe invertir en transporte público, incentivar la movilidad no motorizada, diseñar un marco regulatorio que preferencie al peatón», dijo Manuel Molano, director general del IMCO.

En un anterior estudio de un par de años atrás, el IMCO encontró que cada año se perdían en la Ciudad de México cerca de 33 mil millones de pesos por la pérdida de tiempo en el desplazamiento.

Con información de El Financiero.