México es el país miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con más adolescentes embarazadas, lo que refleja insuficiencia de campañas sobre educación sexual, falta de comunicación familiar y escaso acceso a métodos anticonceptivos para prevenir este problema.

La prevención de estos embarazos debe ser una prioridad no sólo porque el nuestro es el país de América Latina con más casos y porque es un indicador de desarrollo, sino porque es un importante problema de salud pública al estar relacionado, desde el punto de vista clínico, con la mortalidad materna por preeclampsia, diabetes gestacional, hemorragias uterinas, desnutrición, inmadurez y bajo peso de los bebés, señaló Mario Tapia, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM.

Además, según explica un comunicado de la Máxima Casa de Estudios, las jóvenes no están preparadas emocionalmente para hacer frente a la maternidad y pueden ser víctimas de violencia psicológica o física por parte de la pareja o la familia.

El año pasado, la tasa fue de 77 adolescentes embarazadas por cada mil jóvenes de 15 a 19 años, y la edad de inicio de las relaciones sexuales, en el 23 por ciento de este segmento, fue entre los 12 y 17 años.