A partir del resultado de la necropsia practicada al cuerpo de Aideé, la estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente que murió el lunes pasado, se determinó como causante una ojiva de bala calibre .9 milímetros, la cual se encontró alojada en la zona abdominal, confirmaron fuentes judiciales.

De acuerdo con el reporte realizado por el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), la bala atravesó el tórax y abdomen.

Los diez estudiantes y el profesor que fueron citados por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México concluyeron su declaración ayer por la madrugada. Todos coincidieron en que la estudiante comenzó a sentirse mal y a agarrarse el abdomen: “Me siento mal, me siento mal”, fueron sus últimas palabras antes de desvanecerse.

En las declaraciones también se señaló que afuera del salón había cuatro personas, quienes después del suceso se fueron.