En México persisten las prácticas discriminatorias y hostilidad generalizada por motivos de orientación sexual e identidad de género, con mayor rudeza hacia las personas transgénero, a quienes se les niega incluso el servicio sanitario y sienten mayor agresión en los de salud.

Así lo revela la primera encuesta en su tipo realizada el año pasado por la Secretaría de Gobernación, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

La consulta se aplicó a 12 mil 331 personas mayores de 16 años, ubicadas mayoritariamente en la capital del país y el estado de México, de escolaridad y nivel de ingreso superiores al promedio nacional.

En la compilación se destaca que la mayoría de la población objetivo identificó su orientación a edad temprana (infancia y adolescencia o siempre lo supo), pero un número significativo no se lo dijo a su familia cercana.

Seis de cada 10 encuestados se sienten discriminados por su orientación y enfrentan un ambiente hostil hacia sus preferencias, lo que trae efectos severos en su vida personal, que los llevan incluso a quitarse la vida.

Ante un contexto social de gran hostilidad y discriminación, casi la mitad de los encuestados ha tenido algún pensamiento suicida y poco más de uno de cada cinco lo ha intentado alguna vez. Las personas con identidades de género no normativas (especialmente los hombres transgénero) reportan mayor prevalencia de esas ideas, señala en el documento presentado ayer, en el contexto del Día Internacional contra la Homofobia.

Se indica que nueve de cada 10 adolescentes escondieron su preferencia sexual o su identidad de género. Además, un importante porcentaje de la población con orientación sexual no normativa deja de asistir a eventos públicos e incluso a la escuela o al trabajo.

La hostilidad social contra las personas de orientaciones sexuales e identidades de género no normativas produce y se refleja en elevada prevalencia de discriminación, negación de derechos y diversos niveles de agresión, tanto en la casa como en la calle, la escuela, el trabajo, los servicios de salud o la comunidad, se concluye en el estudio aplicado a población que se identificó como gay, lesbiana, bisexual y trans.

La titular del Conapred, Alexandra Haas, advirtió que en el país persiste una ruta de discriminación que puede iniciar con una broma o un chiste y termina en formas violentas, como el homicidio.

Haas y María Eréndira Cruzvillegas, cuarta visitadora general de la CNDH, destacaron que aun cuando persiste la discriminación enraizada en estereotipos sociales y prejuicios, la encuesta muestra también avances en el reconocimiento a una mayor diversidad en la sociedad.

El estudio es precursor y será la base de una investigación de mayor alcance que aplicará el Instituto Nacional de Estadística en 2020.

Con información de La Jornada.