Los elementos de la Guardia Nacional que se alíen al crimen organizado serán castigados con hasta 60 años de cárcel, acordaron el Senado y el gobierno federal como parte del régimen disciplinario del nuevo cuerpo de seguridad pública, en el que retiró la propuesta de cárcel para quien haga señas groseras a un superior, al pactar que se castigue con semanas de arresto y una pena administrativa.

De acuerdo con los senadores involucrados en la negociación que se cerró el viernes, las cuatro leyes que darán operatividad a la Guardia Nacional contienen las observaciones hechas por diferentes grupos sociales y organismos de defensa de los derechos humanos, así como la garantía de que se protegerán y respetarán los derechos laborales de todos los marinos y militares que se pasen al nuevo cuerpo de seguridad pública.

Los integrantes de la Guardia tendrán un régimen disciplinario estricto, porque se busca que sean un ejemplo de comportamiento, similar al de los militares, pero siempre con mando civil; por eso, la Ley de la Guardia Nacional incluye un capítulo de delitos contra la disciplina, en el que se castiga con hasta 60 años de cárcel al elemento que se corrompa.