En la Fase 3 de la contingencia sanitaria por COVID-19, se han detectado un mercado negro de servicios funerarios que opera a las afueras de los hospitales; aprovechan la tragedia y la urgencia que provoca el coronavirus.

El Consejo Mexicano de Empresas Funerarias (Comesef) denuncia que a nivel nacional hay alrededor de 3 mil locales o pseudo agencias funerarias que ofrecen servicios incompletos que alcanzan un costo de hasta 50 mil pesos, aprovechando la necesidad, tristeza y desconcierto de las familias que pierden a un ser querido.

Otros, ofrecen el traslado de un cuerpo por 10 o 15 mil pesos, pero después el servicio incrementa de precio con la realización de trámites legales, la preparación del cuerpo, el mantenerlo en un refrigerador para después, llevarlo al horno de cremación.

La Comesef señala que estos negocios no cuentan con la infraestructura ni la profesionalización y mucho menos los protocolos para atender a personas fallecidas por Covid19, lo cual, se convierte además en un foco de infección.