Casi la mitad de los 47 millones de habitantes de España podrán disfrutar su primera bebida o comida en una terraza al aire libre a partir del lunes, pero los residentes de Madrid y Barcelona tienen que esperar.

Las dos importantes ciudades han sido las más afectadas por el coronavirus.

El gobierno permitió otras áreas flexibilicen aún más las restricciones vigentes desde hace casi dos meses. Los propietarios de bares y restaurantes en ciudades como Sevilla y Bilbao podrán abrir el 50 por ciento de sus sillas al aire libre para los clientes, mientras que los residentes podrán reunirse en grupos de hasta 10 personas e ir a la iglesia, teatros y museos en cantidades limitadas.

Las tiendas pequeñas podrán abrir sin el requisito de una cita.