Las medidas, anunciadas en una reunión virtual por Jim McPhee, vicepresidente de operaciones senior de Walt Disney World, tienen por objetivo proteger a la ciudadanía, pero también mantener la experiencia ‘lo más mágica posible’.

Las mismas incluyen, para empezar, el uso de mascarillas tanto para los clientes como para los trabajadores, un aumento de la cantidad de estaciones de lavado y desinfección de manos y más barreras físicas. Además, a cada una de las personas que pretenda acceder al complejo se le tomará la temperatura dentro de un proceso más amplio de cribado (diagnóstico precoz).

Se harán cumplir las reglas de distanciamiento físico, reduciendo significativamente el número de asistentes en los parques temáticos, pero también en las atracciones, tiendas y lugares de comida y bebida. Por último, se llevará a cabo una campaña de señalización y educación en torno a las medidas mencionadas.

Por todo ello, temporalmente, se suspenderán las cabalgatas y desfiles, los fuegos artificiales, los efectos especiales del agua y otros eventos que suelen atraer a las multitudes, así como experiencias de contacto entre personas, como los meet and greet que, hasta ahora, te permitían conocer -y abrazar- a tu personaje favorito. Tampoco estarán disponibles los parques de columpios.

Se deshabilitarán las nuevas ventas de tickets, para dar prioridad a quienes ya tienen la entrada comprada. Más tarde, la preferencia será para los que posean un pase anual, que podrán pedir entradas antes que nadie.

Eso sí, todos estos planes aún tendrán que ser aprobados, según informa Travel+Leisure, por el alcalde del condado de Orange, Jerry Demings, y por el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Entretanto, y dado que para volar a Estados Unidos todavía falta, nos quitaremos el mono de Disney con una sesión de cine casera con los títulos más emblemáticos disponibles en Disney+.