La escasez de ventiladores de respiración asistida para atender a pacientes con COVID-19 ha obligado a México a comprar equipos al exterior. Para combatir esta dependencia, un grupo de ingenieros biomédicos desarrolló el primer ventilador mexicano que está a punto de salir al mercado.

El sótano del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, un hospital público del sur de la capital mexicana, no es un sótano cualquiera.

Aquí se encuentra el laboratorio de ingeniería biomédica, donde un equipo de 28 personas revisa el material médico del hospital y desarrolla nueva tecnología. Aquí nació el ventilador VSZ-20, que permitirá desahogar parte de las necesidades de intubación del país.

«En estos momentos de la pandemia, el paciente requiere de ayuda de ventilación mecánica, no son autónomos para la respiración, y se requiere de apoyo de un ventilador que haga la función de los pulmones», cuenta a Efe Fanny Alvarado, jefa del departamento.