Una persona murió aparentemente por COVID-19 en Comitán de Domínguez, en Chiapas. Los médicos al seguir los protocolos cuando una persona con coronavirus muere, le pidieron a los familiares que no velarán al cuerpo ya que podían contagiarse.

Los médicos iban proceder a inhumarlo inmediatamente como lo rigen estos protocolos, sin embargo, los familiares se negaron a seguir las indicaciones. Se molestaron y pidieron ayuda de los habitantes de la comunidad.

Momentos después, un centenar de hombres se presentó en la plaza central con palos y piedras, cubiertos totalmente del rostro. Procedieron a ir a la alcaldía donde rompieron ventanas e incendiaron el lugar. También fueron a las instalaciones de protección civil donde hicieron lo mismo.

El motivo fue porque la presidencia municipal y protección civil se dedican a desinfectar áreas del poblado, por lo que las personas alegaban que de ahí infectaban a la población.

Los lugareños terminaron en la clínica donde murió el paciente por COVID-19. La incendiaron, rompieron y destruyeron lo que ocasiona que se quedarán sin atención médica.

El presidente municipal, Rodolfo Robles y otros funcionarios de las diferentes dependencias municipales, huyeron ante el miedo de ser agredidos por las personas.