Un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de coronavirus precedió al pitido inicial del Sevilla-Betis con el que se reanudó la Liga española en el Sánchez-Pizjuán, donde esos sesenta segundos, con sólo una música religiosa de fondo, se convirtieron en el gesto simbólico más ‘sonoro’ y emotivo en un estadio vacío.

Con una imagen insólita para un derbi, sin aficionados en las gradas por las medidas de seguridad sanitaria contra la COVID-19, en el Ramón Sánchez-Pizjuán se reanudo la liga en Primera División con un minuto de silencio sepulcral, en el que no se oyó nada, ni el revoloteo de los pájaros, para honrar la memoria de los miles de fallecidos por la tragedia desencadenada por la pandemia.

En señal de respeto y recuerdo a las víctimas, los jugadores del Sevilla y del Betis, junto con el trío arbitral, formaron juntos en el círculo central del campo, los de un equipo frente a los del otro, y guardaron un emocionante minuto de silencio antes de que la pelota comenzara a rodar sobre el césped.

En el videomarcador se proyectaron dos imágenes: una con un escudo del Sevilla con crespón negro y una leyenda de recuerdo a las víctimas de la COVID-19, y otra del legendario jugador sevillista Marcelo Campanal, fallecido el pasado 25 de mayo.

El club, de esta forma, también rindió tributo con este minuto de silencio a su mítico defensa Campanal, capitán de la selección española en los años 50 del siglo pasado, quien falleció hace tres semanas a los 88 años en su Asturias natal.