Ha sido un sangriento fin de semana en México. Entre el viernes y el domingo, ocurrieron una serie de crímenes que evidencian la elevada impunidad con la que operan las organizaciones criminales en México, un país que cuenta con seis de las diez ciudades más peligrosas del mundo, según un informe que anualmente prepara el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una ONG.
Al menos doce personas murieron durante un enfrentamiento entre bandas criminales cerca del municipio de Caborca, ubicado en el norteño estado de Sonora. Sobre las once de la noche del viernes, grupos de sicarios con armas de gran calibre convirtieron Caborca en una zona de guerra. El enfrentamiento derivó en el incendio de una gasolinera, casas y automóviles.
Los doce cuerpos aparecieron tirados en una cuneta el sábado por la mañana. En la zona, las autoridades encontraron dos camionetas blindadas y una ametralladora Barret, un fusil de alta potencia que utiliza el ejército estadounidense. Sonora, donde ocurrieron los hechos, es el estado en el que en noviembre de 2019 miembros del crimen organizado asesinaron a seis niños y tres mujeres del clan LeBarón, una familia de mormones estadounidenses.