Un estudio científico en EEUU determinó que la vacuna contra la tuberculosis, introducida al mundo en 1921, podría desempeñar un rol significativo en la reducción de la tasa de mortalidad por COVID-19 en los países donde esta ha sido más aplicada.

Para llegar a esa conclusión, investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos entrecruzaron datos de las tasas de mortalidad en todo el mundo y la aplicación de la vacuna Bacilo Calmette-Guerin, también conocida como BCG.

Los profesionales encontraron que algunas regiones de América Latina – incluyendo Pernambuco, Río de Janeiro y Sao Paulo en Brasil y la Ciudad de México- tenían tasas de mortalidad por COVID-19 considerablemente más bajas que estados de Estados Unidos como Nueva York, Illinois, Louisiana y Florida.

“Esto es notable, considerando que estas partes de América Latina tienen densidades de población mucho más altas que los estados norteamericanos analizados, incluyendo Nueva York”, indicó al respecto Carolina Barillas-Mury, coautora del estudio.

Los autores del estudio fundamentaron su tesis también en la observación de que, en Alemania, la mortalidad del COVID-19 fue 2,9 veces más alta entre los habitantes del sector Occidental, en comparación con los del sector Oriental. Y que en Italia fue cuatro veces más alta que en Finlandia.

Vía: Infobae