El futbol en tiempos de coronavirus se ha visto seriamente afectado, no solo en lo económico, sino hasta en la forma de jugarlo. Medidas sanitarias en extremo, sin público en la tribuna y ahora hasta con modificaciones a la regla, como será el caso en Inglaterra. Y es que, a partir de la próxima campaña de la Premier League, se castigará con tarjeta roja a quien tosa de forma intencional cerca de un rival. Pero eso no es todo, porque además se emprenderán acciones legales en contra del infractor, por poner en riesgo la salud de un colega. Si bien la acción puede sonar a una medida llevada al extremo, la FA junto con el gobierno británico han expresado que no escatimarán en medidas para prevenir y evitar el contagio de COVID-19 para cuando regrese el futbol en septiembre. El expulsado recibirá un juego de suspensión y abre la posibilidad a un castigo interno por parte de su club. También se habla del uso obligatorio de cubrebocas en todos los miembros del equipo que visiten un estadio y tendrá que ser portado en todo momento y en el caso de los jugadores, hasta el pitazo inicial. Sobre la petición de tratar de evitar las celebraciones de los goles con abrazos o choque de manos, algunos dirigentes saben que es complicado llevarlo a cabo por la pasión que se desborda dentro de la cancha, es por eso que preparan un protocolo de pruebas PCR cada semana antes de jugar.