El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) informó a través de un comunicado que este lunes comenzó la distribución de 275 ventiladores Gätsi, fabricados en colaboración con la empresa mexicana Dydetec.

El consejo explicó que el financiamiento para la construcción de estos ventiladores estuvo a cargo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) por órdenes del presidente López Obrador.

Fue el mismo instituto quien se encargó de determinar la distribución de los ventiladores en los diferentes estados del país.

Cabe mencionar que todas las unidades del ventilador Gätsi han salido ensambladas de las instalaciones de la empresa de alta tecnología Safran, ubicadas en la entidad de Chihuahua. Además, la creación de éstos (los primeros que cuentan con tecnología 100% mexicana) son resultado de la colaboración sin fines de lucro entre algunas empresas y el gobierno de México, a través del Conacyt y sus Centros Públicos de Investigación, como es el caso del CIDESI y COMIMSA.

La inversión para su desarrollo fue de casi 260 millones de pesos, con lo que “se dio inicio a una industria mexicana para salvar vidas”, aseguró María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Conacyt.

El pasado 14 de julio se anunció que aunque estos ventiladores hechos en México son una excelente noticia, existe un problema: no hay especialistas suficientes para operarlos. Sólo los especialistas en neumología, inhaloterapia, anestesiología, terapia intensiva y urgencias cuentan con la capacitación para operar estos aparatos.

Ante la emergencia que representa la pandemia del COVID-19, se dieron capacitaciones exprés a enfermeras, enfermeros y médicos residentes, para que apoyen a los especialistas en el uso de los ventiladores.

La empresa mexicana Med Evolution desarrolló un prototipo de ventilador mecánico para atender a pacientes críticos de COVID-19 que costaría entre 20,000 y 30,000 pesos mexicanos.

El 22 de junio Med Evolution tuvo resultados positivos en las pruebas de funcionamiento que hizo en un pulmón artificial y en porcinos. Pero la Dirección de Desarrollo Tecnológico explicó que “toma un poco de tiempo la evaluación considerando la carga de trabajo”. Sin esa evaluación no se puede concretar su producción y comercialización.

La validación de Conacyt es apenas la primera de tres necesarias, de acuerdo con el “Diagrama de flujo para aprobación de ventiladores invasivos en México durante la contingencia COVID-19”.