Agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector del Valle del Río Grande incautaron más de 150 kilos de metanfetamina y cocaína en dos puntos de control de inmigración ubicados a 100 kilómetros de la frontera con México. Las incautaciones sacaron más de USD 9.5 millones en drogas de las manos de los narcotraficantes vinculados con los cárteles.
Un grupo de oficiales de la estación de Kingsville, asignados al puesto de control de inmigración Javier Vega, Jr., en la autopista 77 de los EEUU, remitieron el jueves al conductor de un automóvil de pasajeros a una estación de inspección secundaria después de que un canino avisó sobre un olor particular. En pocos minutos los agentes encontraron múltiples paquetes de drogas dentro del tanque de gasolina.
La carga pesaba casi 10 kilos y tenía un valor estimado en la calle de USD 632,000, informaron las autoridades. Los agentes arrestaron al conductor de 17 años y lo remitieron al Condado de Kenedy para su procesamiento.
Una búsqueda en la plataforma condujo al descubrimiento de metanfetamina líquida dentro de uno de los tanques de combustible. Los agentes arrestaron al conductor y entregaron el caso a los agentes especiales de la Administración de Control de Drogas para una mayor investigación. Un equipo HAZMAT trabajó en extraer la droga del tanque. El peso y el valor aún no se han revelado.
Más tarde en la tarde, los agentes del puesto de control de inmigración de Falfurrias remitieron otro camión con remolque a una inspección secundaria después de una alerta K-9. Los agentes registraron la plataforma y encontraron más de 60 paquetes de droga. Los agentes las identificaron como metanfetamina que pesaba más de 81 kilos. Los funcionarios estimaron el valor de la metanfetamina en USD 4.5 millones.
En total, los agentes incautaron 150 kilos de metanfetamina y cocaína, sin contar la carga aún no clasificada de meth líquida. El valor de estas sustancias superó los USD 9,5 millones.
El fácil acceso que tienen los narcos a los químicos precursores parece ser facilitado, en gran parte, por una falta de supervisión externa. Leyes estadounidenses e internacionales regulan el comercio global, pero éstas terminan en la frontera mexicana con los subsidiarios locales de compañías americanas. Autoridades internacionales de narcóticos pueden prohibir ventas entre naciones, pero no dentro de ellas.
