Murió Quino. Lo confirmó Kuki Miller, su editora de Ediciones De la flor, sello donde el ilustrador argentino publicó gran parte de su obra. Fue esta mañana. Tenía 88 años. “Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará”, escribió en las redes sociales Daniel Divinsky, su ex editor. Enseguida la noticia comenzó a viralizarse entre pesares y tristezas.

Nacido como Joaquín Salvador Lavado Tejón en Mendoza, 17 de julio de 1932, fue un humorista gráfico e historietista argentino y su obra constituye una parte fundamental de la historieta argentina. La tira más conocida, emblemática para varias generaciones, es Mafalda.

De chico ya sabía que quería ser dibujante. Cuando murió su madre tenía 13 y ese mismo año decidió dejar los dibujos autodidactas para empezar a profesionalizarse: ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. En 1954, luego de hacer el servicio militar obligatorio, se fue a Buenos Aires a convertir su sueño de ser dibujante. Su primera página de humor la publicó en el semanario Esto Es.

Luego siguió en medios como Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, y el diario Democracia, entre otros. También empezó a publicar con cierta regularidad en las históricas Rico TipoTía Vicenta y Dr. Merengue. Fue entonces cuando llegó el dibujo publicitario y, al fin, su primer libro recopilatorio, Mundo Quino, en 1963.

La historia de Mafalda, su tira más famosa y la que lo convirtió en un artista mundial, empieza con una campaña de publicidad encubierta para la empresa de electrodomésticos Mansfield. Quino creó al personaje de Mafalda, pero la campaña finalmente no se hizo, entonces publicó la historia en Leoplán y luego en Primera Plana. Al poco tiempo salió en diversos países: un éxito que aún no conoció su techo.

«Si para definirla se utilizó el adjetivo ‘contestataria’, no es sólo para alinearla en la moda del anticonformismo. Mafalda es una verdadera heroína ‘rebelde’, que rechaza el mundo tal cual es”, agregó Eco en ese texto. Fue y es un personaje que revela el ADN progresista de cierta clase media argentina pero también que explica muy bien el contradictorio funcionamiento del mundo.

Pero además de los albums de Mafalda, Quino ha publicado una veintena de libros. Quinoterapia, Sí, cariño, ¡Qué mala es la gente!, ¡Cuánta bondad!, ¡Qué presente impresentable!, ¿Quién anda ahí?, Simplemente Quino, son apenas algunos. Esa enorme trayectoria le ha dado distinciones muy importantes como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades que obtuvo en 2014.