El atleta queretano Carlos Alejandro Maya Pedraza está viajando rumbo a España, en donde participará en un scouting con el Club Asociación deportivo Ciudad de Guadalajara, mejor conocido como el Balonmano Guadalajara, del 9 al 31 de enero.

Antes de incursionar en el mundo del balonmano probó en otras disciplinas como taekwondo, natación, futbol y baloncesto, sin embargo, cuando cursaba sexto grado de primaria recibió la invitación para practicar el deporte que lo apasiona de verdad.

“No hay tantos equipos así que fui con un equipo de Arroyo Seco en donde estuve entrenando hasta 2018, y luego me convocaron al Centro Nacional de Desarrollo de Talentos deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) y ahí fue donde empezó en forma mi entrenamiento”.

Considera que “es un juego muy rápido y muy estratégico, también tiene contacto entonces a mi lo que me gustó fue eso porque tiene mezcla de varios deportes, me gustó porque es completo y porque es emocionante. Lo que más me ha dejado esta disciplina es buenos amigos y me ha ayudado a forjar el carácter”.

Guadalajara se ubica a poco más de 67 kilómetros de Madrid y su equipo de balonmano compite en la Liga Sacyr Asobal, máxima categoría en el país ibérico.

“En España se juega mucho al contacto y al rompimiento, es muy rápido y en México todavía no se desarrolla tanto eso. Otra diferencia es el sistema porque los entrenadores de allá tienen niveles de primero y segundo mundial, y aquí se ha clasificado nada más una vez”, precisó Carlos Maya.

Agregó que “voy a entrenar con ellos, dar el máximo esfuerzo, el objetivo es aprender todo lo que se pueda. Tengo entendido que el plan de entrenamiento es dos sesiones por día, gimnasio y luego cancha y hay días en que se reúnen con jugadores para trabajar en posiciones específicas”, además explicó que existe la posibilidad de recibir una invitación para quedarse a jugar en el Viejo Continente, aunque van paso a paso.

“Es un orgullo representar a Querétaro y a México en el scouting, porque ha sido un viaje lleno de obstáculos, entonces es reconfortante saber que el trabajo duro da resultados”, y agradeció a su entrenador Julio Raúl Camarillo, al profesor de Gerardo Bobadilla Pichardo, de Arroyo Seco y sus familiares