Para finales del siglo XVI la ciudad de Querétaro ya contaba con un intrincado sistema de acequias, que canalizaba agua para riego y para la previsión de energía a molinos; para el siglo XVIII, frente a un notable crecimiento urbano, se hizo cada vez más urgente estudiar nuevas formas de acercar el agua potable a Querétaro, lo que fortuitamente conllevó a que en 1726, se iniciaran las obras para construir un acueducto que condujera aguas limpias desde La Cañada.

Esa magnífica obra del Siglo XVIII funcionó hasta la mitad del Siglo XX como el único proveedor de agua para consumo humano, brindando aun excedentes para el riego de huertas y campos de cultivo. Durante esos años, las antiguas acequias fueron cayendo en desuso al dejar de ser fuentes de acceso para el agua de uso doméstico.

A lo largo del siglo pasado, el aprovisionamiento de agua potable para la ciudad se sustentó en la explotación de pozos, lo que implicó un grave abatimiento de los mantos acuíferos de la zona. Ante ello, en el año 2011 se construyó el Sistema Acueducto II, que comenzó a llevar el agua a la capital queretana y sus alrededores desde los manantiales del Río Moctezuma.

Con una línea de conducción de 123 kilómetros, el Acueducto II abarca 96 veces el antiguo Acueducto de Querétaro. Actualmente esta espléndida obra de ingeniería cumple su cometido al proveer agua potable a casi 50 por ciento de los habitantes de la zona metropolitana de Querétaro.

Pero en el Siglo XXI la ruta del agua presenta más desafíos, de ahí que la Comisión Estatal de Aguas ha realizado durante el período 2015-2020 obras y acciones en materia de agua potable, drenaje sanitario, escurrimientos y saneamiento, que han atendido de manera puntual a las necesidades de cobertura y servicio planteadas en su momento.

Resultado del cumplimiento de los compromisos establecidos por el Gobernador Francisco Domínguez Servién con la ciudadanía, en la presente administración, se han aplicado a través de la CEA, recursos por mil 546millones de pesos para la realización de 140 obras en el estado; de este total, 59 por ciento fueron aportaciones estatales y 41 por ciento de participaciones con recursos federales.

En materia de agua potable, al cierre de 2020 se invirtieron 966.8 millones de pesos (MDP) en obras, beneficiando a 1.3 millones de personas, tanto en la zona metropolitana de Querétaro como en el interior del estado. En la Zona Metropolitana de Querétaro destaca la conclusión del Sistema Acuaférico, con lo cual se mejora la operación y suministro continuo de agua, aumentando las horas de servicio en beneficio de más de 581 mil habitantes.

Para implementar proyectos integrales de nuevas fuentes de abastecimiento superficiales o subterráneas; a efecto de reponer fuentes de abastecimiento de agua potable parcialmente agotadas, se llevaron a cabo los trabajos de perforación para sustituir cinco pozos, los cuales permitirán beneficiar a 25 mil habitantes de la cabecera municipal de Amealco; de la localidad de El Colorado, El Marqués; del Fraccionamiento Hacienda Santa Rosa, municipio de Querétaro; de Horno de Cal, Tolimán, y de la localidad de El Tejocote, en Tequisquiapan.

Se llevaron a cabo obras y acciones para incrementar la cobertura de los servicios de agua potable, como el inicio de operaciones de los sistemas integrales de agua potable de la Sierra Gorda –Ayutla, San Gaspar, Tres Lagunas, San Vicente- y el Semi-desierto –El Portugués-, mediante los cuales se incrementó la cobertura y el servicio, en beneficio de 36 mil 714 habitantes de 101 localidades en los municipios de Arroyo Seco, Pinal de Amoles, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros y Peñamiller.

Para lo anterior se invirtieron 517 millones 400 mil pesos, en un esfuerzo compartido entre los tres órdenes de gobierno.Asimismo, es relevante la terminación y entrada en operación del Sistemas San Francisco Arroyo Hondo en el municipio de Corregidora.

También se terminó de construir la segunda etapa del Sistema Múltiple de Agua Potable San Vicente, en el municipio de Jalpan de Serra, con 2 mil 340 metros lineales de tubería de conducción y 550 metros lineales de redes de distribución y la rehabilitación de dos rebombeos. Con este sistema se beneficia a 2 mil 520 habitantes.

Además se instalaron 2 mil 586 m lineales de conducción para la incorporación a la red del Pozo Atongo beneficiando con esta acción a 4 mil 500 habitantes en el municipio de El Marqués.

Adicionalmente, se benefició a 44 ml 154 habitantes de los municipios de Amealco de Bonfil, Cadereyta de Montes, Corregidora, El Marqués, Pedro Escobedo, Querétaro y San Juan del Río, con la realización de 22 obras mediante las cuales se instalaron 3 mil 400 metros de redes de conducción y distribución de agua potable.

Para abatir el rezago en cobertura de agua potable derivado del crecimiento natural de las localidades y con la debida coordinación de las autoridades locales y la participación ciudadana, se realizaron obras que implicaron ampliaciones de red en zonas periurbanas con las que se logró la instalación de 26 mil 725 metros lineales en obras que sumaron 135 ampliaciones de redes, beneficiando a 97 localidades de los municipios de Amealco de Bonfil, Cadereyta de Montes, Corregidora, El Marqués, Ezequiel Montes, Huimilpan, Pedro Escobedo, Pinal de Amoles, Peñamiller, San Joaquín, Tequisquiapan y Querétaro.

Se realizaron en este rubro 66 obras adicionales en el estado, con una inversión de 321.4 millones de pesos, en apoyo de más de 650 mil habitantes.

En lo referente de obras integrales, en la zona norponiente de la ciudad de Querétaro se terminaron obras integrales de mejoramiento de redes de agua potable y drenaje sanitario para favorecer a 5 mil habitantes con un desembolso de 71 millones de pesos, para lo cual se gestionaron recursos federales del Ramo 23.

Hoy el reto es prever e ir preparando nuevas fuentes de abastecimiento para la megalópolis queretana, que ya congrega zonas urbanas de cuatro municipios. Esta búsqueda implica dar continuidad a la protección y fortalecimiento de los mantos acuíferos del Valle de Querétaro y, a su vez, acceder, siempre bajo en un entorno sustentable, a otros puntos geográficos que permitan acercar el agua potable hacia la ciudad, sin dejar a un lado el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías enfocadas a su captación a través de otras vías, y a su posterior rehusó y aprovechamiento.