“Dixie Fire” es como se llama el actual incendio que azota la costa este de Estados Unidos, en la zona de California, y que ahora ha alcanzado tal tamaño que se equiparó a la de la ciudad de Chicago, tanto así que ahora genera su propio clima, dificultando notablemente la labor de los bomberos.

“La jornada del lunes podría ser de las más difíciles: si esas nubes son lo suficientemente altas, tienen el potencial de producir relámpagos”, aseguró Julia Ruthford, meteoróloga encargada del incendio, dando a entender la magnitud de las llamaradas, ocasionando tales cantidades de humo capaces de producir nubes y estas a su vez rayos eléctricos.

Actualmente se tiene el aproximado de 5,400 bomberos trabajando para tratar de disminuir el fenómeno, que no deja de crecer desde mediados de julio gracias a las altas temperaturas, sequías y vientos sin humedad.