Este lunes, agentes del Instituto Nacional de Migración, Ejército Mexicano y Guardia Nacional, intentaron, por segunda vez, dispersar la caravana de migrantes que avanzó desde Tapachula el pasado fin de semana. A pesar de que se detuvieron a más de 100 personas, entre los que se encontraban en su mayoría mujeres, niños y hombres, la caravana pudo continuar en su mayoría.

El primer operativo, que se encontraba cercano a la localidad Sesecapa, se vio conformado por varias decenas de agentes federales antimotines, que bloquearon el paso de un grupo de hombres, mujeres y niños cansados y lastimados. Mientras trataban de huir lanzando piedras a los uniformados, un grupo de hombres fue esposado con cintas plásticas, insistiendo los migrantes en que solo querían salir de Tapachula, en donde se vive un estancamiento de migrantes debido a los lentos procesos burocráticos para pedir asilo y refugio.

Kilómetros más adelante, otro intento de detener a la caravana por agentes federales se vio frustrado, ya que la mayoría de personas logró huir por las plantaciones de mango. En un tercer intento cerca del poblado, elementos de migración, Guardia Nacional y Ejército ya los esperaban, pero por lo menos 200 migrantes lograron escapar y avanzar hasta la cabecera municipal, donde seguramente pasarán la noche.

Los detenidos fueron subidos a camiones donde serán trasladados al Ceibo, localidad cercana a la frontera con Guatemala.