Tras 20 años de guerra, este lunes el gobierno de Estados Unidos dio por finalizada su misión en Afganistán con la salida de los últimos aviones con sus tropas desde el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul. Así, se pone término al conflicto bélico más largo en el que haya participado la nación norteamericana, que dejó el país tras la conquista de la capital por los talibanes, sus enemigos en estas dos décadas.

«El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul el 30 de agosto» a las 19:29 GMT, informó el general Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa. «Aunque se completó la evacuación militar, continúa la misión diplomática para asegurar (la salida de) más ciudadanos estadounidenses y afganos elegibles que quieran irse», añadió el jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán.

“Desde el 14 de agosto, durante un período de 18 días, aviones de Estados Unidos y sus aliados han evacuado a más de 123,000 civiles” desde Kabul, comunicó McKenzie durante una rueda de prensa en el Pentágono, en la que participó de forma remota.

El Pentágono admitió que no pudo evacuar a tanta gente como hubiera querido, reconoció que los talibanes pusieron de su parte para evitar que la operación fuera más compleja y aseguró que el embajador de Estados Unidos en Afganistán, Ross Wilson, y el general Chris Donahue fueron los últimos estadounidenses en abordar el vuelo final de evacuación.

“Hay una serie de hechos descorazonadores relacionados con esta salida. No pudimos sacar a todos los que nos habría gustado sacar. Pero creo que si nos quedábamos otros diez días, tampoco lo habríamos conseguido”, anunció McKenzie. Un número indeterminado, quizás algunas docenas, de estadounidenses no pudieron llegar al aeropuerto para ser evacuados.