A partir de la medianoche de este jueves, Chile dejó de estar bajo la situación de catástrofe decretada por el gobierno a raíz de la pandemia del covid-19, terminando con el toque de queda que se impuso en todo el país desde marzo de 2020, a la vez que ese día se detectaron 895 nuevos casos, la cifra más alta en 6 semanas.

El cambio se apreció de forma inmediata en las principales calles de la capital, Santiago, donde el comercio extendió su horario de atención que se había mantenido restringido durante toda la contingencia.

«Tomamos previsiones para recibir clientes hasta última hora. Esperamos que la gente se vaya habituando a los nuevos horarios. Se supone que la locomoción funcionará de forma normal así que la gente no tendría problemas para irse», afirmaron comerciantes a medios locales.

La resolución del Ejecutivo llegó el pasado lunes poco después de anunciar la reapertura de fronteras al ingreso de extranjeros vacunados a partir del 1 de octubre, luego de varias semanas registrando una importante disminución de casos y una tasa de positividad que hoy se encuentra en el 1,3%.