El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, incurrió en «crímenes contra la humanidad» y «favorecer la pandemia» con su negacionismo ante una pandemia que acabó con la vida de más de 600,000 personas en el país, según el informe de una comisión del Senado que investigó la gestión de la crisis sanitaria, presentado este miércoles.

El informe presentado ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), redactado por el senador de la oposición Renan Calheiros, incluye como acusados a 4 ministros y a otras 67 personas, y denuncia a Bolsonaro por otros 8 delitos, entre ellos los tipificados como epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica e incitación al delito.

Los otros son prevaricación, falsificación de documentos públicos, uso irregular de dinero público y atentados contra la dignidad del cargo, todos incluidos en el reporte presentado ante la comisión, quien la semana próxima decidirá si aprueba el informe y lo remite a tribunales.

La CPI no tiene facultad de hacer denuncias formales pero el informe, con testimonios y revelaciones impactantes -como el uso de pacientes como «cobayas humanas» para probar medicamentos ineficaces contra el COVID-19 -, será enviado a diferentes órganos que pueden continuar las investigaciones y formular cargos, como la Fiscalía General o una corte internacional.