Este miércoles el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció que su país no enviará a ningún representante oficial a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, con lo que se une al boicot diplomático iniciado por Estados Unidos.

Morrison declaró que la decisión se ha tomado en respuesta a los «abusos contra los derechos humanos» en la provincia china de Xinjiang y «muchos otros problemas que Australia ha planteado constantemente».

«Lo hago por el interés nacional de Australia (…) Es lo correcto», afirmó a los medios.

Sin embargo, Australia enviará a sus atletas la cita olímpica que se celebra entre el 4 y el 20 de febrero, ya que «como gran nación deportiva, es importante separar los asuntos del deporte y los políticos», señaló Morrison.

El lunes la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que Washington no enviará ninguna representación diplomática ni oficial a los Juegos por «el genocidio y los crímenes contra la humanidad que persisten en (la región noroccidental china de) Xinjiang, así como otros abusos de derechos humanos» en China.