La Secretaría de Salud del estado de Querétaro (SESA), se suma a la conmemoración del Día Mundial de los Defectos del Nacimiento el 3 de marzo de cada año, con el objetivo de sensibilizar las acciones para prevenirlos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a 11 organizaciones líderes en salud global, impulsó en su momento la conmemoración.

 

Los datos de la OPS y OMS revelan que la mayoría de los casos de defectos de nacimiento son prevenibles o tratables. Entre los defectos de nacimiento más frecuentes se encuentran anomalías del tubo neural, que afectan de forma grave el cerebro y la columna vertebral y es una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente en el mundo.

 

La prevención primaria de las anomalías congénitas implica:

  • Mejorar la dieta de las mujeres en edad fecunda, garantizando un aporte suficiente de vitaminas y minerales en la alimentación, en especial de Ácido Fólico, mediante el suministro diario de complementos por vía oral o el enriquecimiento de alimentos básicos como las harinas de maíz o de trigo.
  • Asegurar que las mujeres eliminen o restrinjan el consumo de sustancias nocivas, particularmente el alcohol.
  • Controlar la diabetes preconcepcional y gestacional, a través de asesoramiento, control del peso, dieta y administración de la insulina cuando sea necesario.
  • Evitar la exposición ambiental a sustancias peligrosas, como los metales pesados y los plaguicidas, durante el embarazo.
  • Garantizar que durante el embarazo la exposición a los medicamentos y a radiaciones por razones médicas (por ejemplo, para el diagnóstico por la imagen) esté justificada, basándose en un análisis cuidadoso de las ventajas y los riesgos para la salud.
  • Mejorar la cobertura vacunal, en especial contra el virus de la rubéola, en las niñas y las mujeres. La rubéola es prevenible mediante vacunación en la infancia.

El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble del grupo B. Se considera un nutriente esencial, lo que significa que el ser humano no es capaz de sintetizarlo; su consumo antes y durante el embarazo es beneficioso, pues previene defectos del tubo neural, algunas cardiopatías congénitas, hendiduras bucofaciales, síndrome de Down, desórdenes del espectro autista, infecciones obstétricas, preeclampsia, hemorragia uterina, desprendimiento abrupto de la placenta, retardo del crecimiento intrauterino y prematuridad.

 

De la misma forma el ácido fólico contribuye a preservar una embriogénesis y placentación normal y no se han demostrado efectos adversos por su uso, debe ser consumido en la dosis adecuada y por prescripción médica.

 

La presentación es de tabletas de 0.4 miligramos y se toma 1 cada 24 horas durante 90 días y lo ideal es que se tome previo al embarazo con el fin de garantizar que dicha vitamina tenga el efecto deseado. En los centros de salud se encuentra disponible el ácido fólico, se entrega de forma gratuita.

 

Respecto al tratamiento, muchas anomalías congénitas estructurales se pueden corregir mediante la cirugía pediátrica y a los niños con problemas funcionales como la talasemia (un trastorno hematológico hereditario recesivo), la drepanocitosis o el hipotiroidismo congénito (función tiroidea reducida) se les pueden administrar tratamientos de forma precoz.