El Viernes Santo es uno de los días mas importantes de la Semana Santa que celebran los católicos y otras ramas del Cristianismo. Es un día cargado de un significado profundo, no siempre del todo conocido, en el que se mantienen una serie de tradiciones. Las prácticas religiosas en esta jornada tan especial son diferentes a la típica misa dominical y para los creyentes es un día de reflexión y recogimiento.
¿Qué es el Viernes Santo y su origen?
El Viernes Santo es el sexto día de la Semana Santa y forma parte de lo que el Cristianismo, y más concretamente la iglesia católica, denomina el Triduo Pascual, un periodo clave en el año litúrgico, formando por tres días: jueves, viernes y sábado Santo o de Gloria. Son tres días de esencial importancia para la fe, porque en ellos se recuerda y conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
El origen del Viernes Santo hay que buscarlo en los pasajes del evangelio que narran la pasión de Cristo desde su entrada a Jerusalén, fecha que se recuerda el Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa, hasta su muerte el Viernes Santo.
¿Qué se celebra el Viernes Santo?
El profundo significado del Viernes Santo lo convierte en uno de los pilares de la fe católica. Este día se recuerda el sufrimiento que padeció Jesús ante Poncio Pilatos y su vía crucis camino al Calvario. Además de recordar que Jesús fue azotado, tuvo que soportar llevar, entre burlas, una corona de espinas y llevar su cruz en un penoso camino hacia su crucifixión, lo que realmente se celebra es que su pasión fue por el perdón de los pecados de los hombres.