La Secretaría de Salud (SESA) del Estado de Querétaro informa que la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar habilidades, poder aprender y trabajar de forma adecuada y contribuir a la mejora de la comunidad. Sustenta las capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos.

 

Es también un derecho humano fundamental, y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. En la niñez y en la adolescencia son etapas cruciales en el desarrollo humano, producto de diversos y profundos cambios a nivel físico, social y psicológico. Algunos de los factores protectores en la infancia son: una buena nutrición, actividad física diaria, y el desarrollo de habilidades sociales

 

A lo largo de la vida, múltiples determinantes individuales, sociales y estructurales pueden combinarse para proteger o socavar nuestra salud mental. Los riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los períodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales.

 

Por ejemplo, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental.

 

Los factores protectores de la salud mental relevantes bajo el enfoque biopsicosocial que se recomienda fortalecer desde la infancia son los siguientes:

 

  • Biológicos. Una buena nutrición; actividad física diaria (bicicleta, correr, caminatas); el contar con hábitos del sueño sanos como el mismo horario para dormir, de ocho a diez horas diarias dependiendo de la edad; y el control de la salud a través de visitas al médico y al odontólogo para vigilar el desarrollo de acuerdo con la edad.

 

  • Psicológicos. Psicoeducación de cómo cuidar la salud mental; desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, asertividad y de resolución de conflictos; buscar apoyo psicológico en momentos estresantes de la vida; en caso de requerir terapia psicológica individual, acudir a las citas programadas, mantener adherencia al tratamiento e identificar signos y síntomas de mejoría o de crisis; terapia familiar con la finalidad de fortalecer las relaciones sanas entre los integrantes de la familia.

 

  • Social. A nivel escolar se realizan actividades para fortalecer la salud mental, así como dinámicas de promoción de la salud y prevención de enfermedades.