. Cada día mueren por coronavirus entre 550 y 600 personas, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal. Esta cifra, en realidad debe multiplicarse por tres, es decir para estos momentos ya habría casi 200 mil muertos en México, estimó el economista Macario Schettino, quien señaló que de ahí la importancia de haber detenido la economía; ahora el gran reto es reactivarla.

“Al retirarnos a nuestras casas y dejar de comprar se generó una depresión que tiene su origen en 2 fenómenos simultáneos: por un lado hubo un choque de oferta en el que se puede producir menos y por el otro hubo un choque de demanda en el que se puede comprar menos. Resolver ambas situación ha sido difícil en todo el mundo, por eso vemos una contracción económica significativa”, explicó.

En esta caída no todos los sectores perdieron, la industria del retail, la salud y la tecnología crecieron, dijo Schettino. Sin embargo, la economía mexicana ya estaba mal antes de la crisis sanitaria.

Hasta el primer semestre del 2019, México crecía en promedio al 2.5%. Cuando se decide cancelar el Aeropuerto de Santa Lucía, cancelar la Reforma Energética y ahuyentar las inversiones inició el desplome de la economía. A partir de ese momento, antes de que llegara el COVID-19 al país, comenzó a decrecer -1%.

Para frenar el impacto económico en los hogares y las empresas, economías como la de Estados Unidos repartió dinero a sus ciudadanos; Francia apoyó con el pago de los alquileres, Reino Unido y Dinamarca pagaron los salarios hasta cierto nivel y en Brasil, Chile, Perú y Argentina se dieron una combinación de estos apoyos. Macario Schettino señaló que el gobierno federal de México no hizo nada.

El catedrático estima que el daño a la economía mexicana es estructural y que la vocación del gobierno federal por concentrar el poder, destruir las instituciones y no controlar la inseguridad puede llevar al país a una lenta recuperación.

“El señor López Obrador no es un izquierdista, no es un socialista, no es un comunista. Es un viejo priista. Él salió de Tabasco en los años 70 y vio la civilización y quedó impactado y ese es el México que él quiere recrear y en ese México había un presidente ‘todo poderoso’ que no paraba de hablar todo el tiempo (Luis Echeverría) y eso es lo que está haciendo él”, explicó.

En aquel entonces, expresó, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad eran empresas poderosas y hoy ya no lo son, pero el Presidente quiere recuperarlas.

Al hacer proyecciones, Schettino estimó que para este año habría una contracción de la economía entre 10 y 12% del PIB y una recuperación en el 2021 de entre 1.5% y 3%. La economía regresaría a como estaba antes de que iniciara el sexenio entre finales del 2023 y el 2025. “Este sexenio está perdido por completo”, señaló.

La razón por la que estamos en esta crisis económica, sostuvo, es porque el gobierno federal se ha equivocado en apostarle a Pemex y apostarle a proyectos costosos de infraestructura que no generan beneficio. Además, agregó, el Presidente destruyó programas sociales que funcionaban.

“Hoy hay programas ineficientes, clientelares y que el mismo Coneval ha reprobado. Se ha destruido la administración y se ha concentrado en la Presidencia”, comentó durante su ponencia.

Para salir adelante, el experto sugirió construir Estado de Derecho y aprender a cumplir y establecer leyes que apliquemos a todos. Se deben frenar los excesos del gobierno a través de amparos, promover controversias constitucionales, movilizar a los diputados y senadores y generar microconciencia, es decir, que todos los mexicanos entiendan el tamaño del problema que existe y convencernos que hay que trabajar en serio unidos.