Las autoridades de China -que comparte 76 kilómetros de frontera con Afganistán- indicaron este lunes que buscan mantener «relaciones amistosas» con los talibanes, un día después de que entraran en Kabul, provocando la desintegración del gobierno.

China «respeta el derecho del pueblo afgano a decidir su propio destino y futuro y desea seguir manteniendo relaciones amistosas y de cooperación con Afganistán», comunicó a la prensa una portavoz de la diplomacia china, Hua Chunying. «Los talibanes indicaron varias veces su esperanza de desarrollar buenas relaciones con China» mencionó la portavoz, quien puntualizó que la embajada china en Kabul «sigue funcionando normalmente».

«China espera que los talibanes respeten sus promesas de establecer, mediante negociaciones, un gobierno islámico abierto e inclusivo. Esperamos una transición pacífica y que termine la violencia y el terrorismo», agregó Hua, quién no respondió si China reconoce el gobierno de los insurgentes. «Esta guerra lleva ya más de 40 años. Pararla y conseguir la paz es a lo que aspiran los afganos, los países de la región y la comunidad internacional», añadió, postulando a Beijing para participar en los procesos de reconstrucción en el país.

El gobierno chino calificó en su momento de «irresponsable» la retirada de Estados Unidos de Afganistán, al haber una guerra civil en este país vecino. Ante el riesgo de la situación afgana, China inició en septiembre de 2019 conversaciones con los talibanes. Una delegación talibán fue recibida en esa época en China.