Este domingo los talibanes informaron que al menos 8 personas murieron y cerca de 32 resultaron heridas en un atentado en una mezquita en la capital, donde se celebraba una ceremonia religiosa en memoria de la madre de un alto responsable talibán. Se trata de la primera explosión en un mes en la capital afgana, desde el letal atentado contra las fuerzas estadounidenses en el aeropuerto.

Un soldado talibán afirmó que los atacantes eran 2, uno siendo abatido y el segundo capturado cuando intentaba huir. El Ministerio del Interior confirmó el número de víctimas, aunque otras fuentes han dicho que esa cifra podía aumentar en el transcurso de las horas. El ataque se produjo alrededor de las 16:00, hora local cerca de la puerta de entrada a la mezquita Eid Gah.

Ahmadullah, un comerciante cuya tienda se encuentra cerca de la mezquita, mencionó que escuchó «el ruido de una explosión seguida de disparos». Agregó que «justo antes de la explosión, los talibanes acababan de bloquear la carretera en previsión de la oración por la madre de Zabihullah Mujahid”.

«El ataque ocurrió en la calle justo fuera de la mezquita”, afirmó otro soldado talibán, quien aseguró que todas las víctimas eran civiles. Altos mandos talibanes fueron vistos donando sangre en el hospital donde se atendió a los heridos. Las sospechas apuntan al Estado Islámico, también responsable del atentado de agosto que tuvo como saldo 72 muertos, entre ellos numerosos soldados estadounidenses.

El grupo fundamentalista había perpetrado antes atentados especialmente en Jalalabad cuyo blanco habían sido las fuerzas de seguridad talibanas. Estado Islámico y los talibanes son considerados enemigos. El último de estos ataques dejó el sábado al menos 5 muertos, entre ellos un niño y varios talibanes de las fuerzas de seguridad, y otras 2 personas resultaron heridas en un atentado cerca de un mercado en la provincia oriental de Nangarhar.